Si te molan los carros de combate, pero se suben un poco de tu presupuesto: don't worry be happy. La solución ha llegado de la mano de los Rusos.
Tan fácil y sencillo como comprarse uno hinchable. Es igual que los de verdad (a excepción de que no puedes meterte dentro), incluso son fabricados de un material especial que es reconocido por los rádares.

Ventajas, pesan muchísimo menos que los de verdad, podrás crearte tu propio ejército privado (si tienes una finca o algo por el estilo), incluso podrás amenzar a USA con tu superpotencia militar, ya que ellos podrán comprobar con sus rádares, que efectivamente estás armado hasta los dientes.